Cómo realizar una auditoría del agua de las instalaciones

El agua no solo es un recurso precioso, sino que puede ser un factor de costo significativo en su presupuesto operativo. ¿Sabe cuánta agua se utiliza en sus instalaciones y dónde? Una auditoría de agua de las instalaciones es una excelente manera de examinar sus sistemas de uso de agua, medir el uso de agua e identificar oportunidades para mejorar la eficiencia del agua. Si bien cada instalación es diferente, aquí hay algunas de las mejores prácticas para una auditoría de agua exitosa.

Haga un inventario de su consumo de agua

Es importante comprender cómo y dónde se usa el agua en sus instalaciones. Recorra sus instalaciones e identifique todos los puntos en los que se utiliza el agua. Documente los elementos (inodoros, grifos, aspersores de riego, etc.), su ubicación y caudal. Recuerde incluir equipos mecánicos, como calderas y torres de enfriamiento, que a menudo usan una cantidad significativa de agua.

Medir el consumo de agua

Muchas instalaciones tienen un solo medidor de agua maestro. Las lecturas de esto indican el uso general del agua, pero no le dirán dónde está usando el agua su instalación ni ayudarán a identificar oportunidades para mejorar la eficiencia del agua. Ahí es donde la submedición puede ayudar.

Instale submedidores en zonas o pisos individuales de sus instalaciones. Los grandes usuarios de agua, como las torres de enfriamiento, deben submedirse individualmente. Lea cada medidor regularmente. Si las lecturas de determinados medidores parecen altas o en aumento, eso indicaría una mayor investigación de fugas, mal funcionamiento del equipo o uso ineficiente.

La lectura del medidor proporcionará una línea de base del uso de agua para su instalación a partir de la cual puede compararla con instalaciones similares. El monitoreo regular lo ayudará a realizar un seguimiento del uso a lo largo del tiempo para identificar áreas de mejora.

Implementar el mantenimiento preventivo del agua

Si sus prácticas de mantenimiento del agua son de naturaleza reactiva, respondiendo solo cuando se informa de un problema, es posible que esté desperdiciando una cantidad significativa de agua y dinero cada año. El mantenimiento preventivo es una estrategia probada para mejorar el rendimiento del sistema y ahorrar dinero, incluso para los sistemas que utilizan agua.

Las prácticas de mantenimiento preventivo para equipos de agua que deben realizarse regularmente incluyen:

• Verifique los submedidores de agua que puedan instalarse en los principales equipos, sistemas o procesos que usan agua.
• Pruebe la presión del agua en cada piso de la instalación para asegurarse de que esté dentro del rango óptimo para el rendimiento de los accesorios y equipos.
• Revise y ajuste el sensor automático y los grifos de medición para garantizar la sincronización y el suministro precisos de agua por ciclo.
• Pruebe y calibre todos los dispositivos de lavado automático y de sensor para evitar descargas dobles/fantasma.
• Ajuste los programas de riego para que sean apropiados para el clima y las condiciones del suelo y la temporada.
• Inspeccione las calderas y las torres de enfriamiento para asegurarse de que los sistemas de agua de reposición funcionen correctamente.

Para obtener más información, consulte la Lista de verificación de residuos de agua de mantenimiento de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. También de la EPA es una herramienta muy útil para el seguimiento del uso del agua y la energía es el paquete de software gratuito Energy Star® Portfolio Manager.

Desarrollar un plan de eficiencia hídrica

El ahorro de agua a largo plazo requiere planificación. Comience por establecer metas de reducción del uso de agua que sean alcanzables y medibles. Para lograr sus objetivos de ahorro de agua, designe un equipo interdepartamental de gestión del agua. El equipo tomará la iniciativa en la evaluación del uso del agua en las instalaciones, la implementación de medidas de ahorro de agua, el seguimiento del progreso y la identificación de nuevas oportunidades de ahorro.

La planificación de la gestión del agua suele centrarse en el uso del agua en cuatro áreas:

1. Reducir las pérdidas de agua, como las fugas
2. Aumento de la eficiencia hídrica de equipos y procesos
3. Fomentar el comportamiento de ahorro de agua entre los empleados y los ocupantes del edificio
4. Encontrar formas de recuperar y reutilizar el agua in situ

Reducir el uso de agua puede beneficiar a sus instalaciones de varias maneras: facturas de servicios públicos más bajas, costos de tratamiento químico reducidos y un entorno de trabajo más saludable y productivo. Además, el paquete de software gratuito de la EPA, 'Energy Star® Portfolio Manager', es una herramienta muy útil para realizar un seguimiento del uso del agua y la energía.